En uno de los parajes más bellos de la Cuenca Minera, considerado Paisaje Protegido, se ha recuperado una antigua galería de más de 200 metros en la que los visitantes pueden sentir la emoción de la minería de interior y asomarse al mirador de la mina a cielo abierto para descubrir la paleta multicolor de un subsuelo rico en minerales, un auténtico arco iris bajo tierra.
En este enclave extraordinario se desarrollan los estudios científicos del CAB, INTA y NASA para probar tecnologías y equipamientos para futuras misiones a Marte y otros planetas, así como la investigación de las condiciones de vida en circunstancias extremas que se dan en este entorno y que se consideran análogas a las halladas en el planeta rojo.
Un conjunto de las antiguas instalaciones mineras e industriales y el Centro de Interpretación del entorno del río Tinto completan un espacio impresionante. En el camino se encuentra el nacimiento del río, que brota con sus características aguas rojizas que encierran mil y un misterios.