Esta sencilla ruta nos permite disfrutar de un entorno privilegiado en la misma ciudad de Santander, la ruta discurre por un sendero al borde del Mar Cantábrico, entre prados y acantilados.
Durante el recorrido podremos observar diferentes especies de plantas adaptadas a estas condiciones tan duras, así como fósiles de animales marinos que vivieron hace más de 90 millones de años.
Además disfrutaremos de un paisaje peculiar fruto de la mano el hombre y cada vez más en desuso, los muros de piedra en seco. Para finalizar realizaremos una visita guiada al Centro de Interpretación del Litoral de La Maruca.